Si se llega a romper la fascia protectora, hablaremos de rotura muscular e incluso hernia muscular, mucho más grave en estos dos últimos casos.
Los músculos más afectados por este tipo de lesión suelen ser: gemelos, tibial anterior, aductor mayor recto anterior y los isquiotibiales.
Los músculos más afectados por este tipo de lesión suelen ser: gemelos, tibial anterior, aductor mayor recto anterior y los isquiotibiales.
El pronóstico de la evolución puede oscilar entre los 21 días a 2 meses según el tamaño de la lesión.Los síntomas que se producen es la aparición de un dolor agudo, de aparición súbita, con sensación de haberse clavado algo o como si le hubieran tirado una piedra.
El dolor impedirá el movimiento posterior y hace que el deportista se retire de cualquier competición. Dentro de las horas siguientes puede producirse la aparición de un hematoma por debajo del punto de la lesión. El hematoma siempre existe, se haya hecho o no superficial.
Conducta a seguir:
1º.- Contracciones isométricas suaves y sostenidas durante 3 segundos para evitar la hemorragia.
2º.- Aplicación de hielo (sea en bolsas de hielo o con un masaje con hielo) y vendaje compresivo. Drenaje Linfático Manual en las primeras 24 - 48 h.
3º.- Reposo 48 h.A partir del tercer día movimientos no dolorosos para acelerar la cicatriza-ción.
A partir del séptimo día, empezaremos a trabajar el amasamiento pulpopulgar superficial en la zona lesionada para en sucesivas sesiones ir profundizando.
Para trabajar esta lesión comenzaremos haciendo masaje en la musculatura antagonista como relajación, y a continuación la cadena agonista para centrarnos posteriormente en la zona afectada realizando el amasamiento pulpopulgar en cuatro tiempos bien diferenciados, a medida que el dolor vaya disminuyendo:
1º tiempo: Amasamiento pulpopulgar superficial sobre el punto de la lesión y alrededor de la misma. El tiempo de trabajo sobre la zona será entre 1 y 3 minutos máximo.
2º tiempo: El mismo amasamiento lo iremos utilizando más profundamente. Aquí iremos pasando del segundo tiempo al primero y al contrario, es decir de profundo a superficial y de superficial a profundo.
3º. tiempo: En este tiempo ya trabajaremos con contracción del grupo muscular afectado. Haremos el amasamiento pulpopulgar superficial mientras el paciente hace una contracción isométrica del músculo afectado. La contracción nunca debe ser dolorosa. Del tercer tiempo pasaremos al segundo y de este otra vez al tercero.
4º tiempo: Aquí realizamos un pulpopulgar profundo al mismo tiempo que el paciente contrae. Una vez podamos llegar a trabajar el segundo tiempo y esto no conlleve ningún dolor en el paciente, podremos empezar a efectuar estiramientos sin dolor, lentos y progresivos, con el fin de alinear bien las fibras musculares.
En las lesiones antiguas fibrosadas, sería muy conveniente dentro del masaje, efectuar "masaje en estiramiento". Este consiste en buscar una posición en la cual el grupo muscular que nos interesa trabajar este estirado, pero al mismo tiempo que nos permita disponer de una o las dos manos libres para poder trabajar sobre el músculo. Si la rotura de fibras se ha producido en el Tríceps sural (en este músculo se le denomina también "Signo de la pedrada"), la posición del paciente para trabajar el masaje en estiramiento será en decúbito prono, para permitir de esta manera que apoyemos el pie a nivel de nuestro esternón o de nuestra cadera y, así estirar el músculo. Una vez posicionados comenzaremos a "cepillar" el músculo de forma longitudinal siguiendo la dirección de las fibras musculares.
El trabajo se desarrolla en tres tiempos:
1º. tiempo: Realizamos un vaciaje con las dos manos de forma suave.
2º tiempo: Hacemos unos círculos alrededor de los maleolos y bajamos por la zona lateral del músculo hasta la rodilla.
3º. tiempo: Otra vez hacemos vaciaje, pero ahora ejerciendo más presión.Cada uno de estos pasos lo repetiremos varias pasadas, terminando con movimientos de relajación sobre dichos grupos musculares.
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